Acusado de reducir a cenizas un cadáver afirma que le han incriminado por «enemistad»
Francisco Gomara-López Camacho, apodado como ‘Paco El Loco’, sostiene que Javier Ceballos Zapata, el supuesto autor material del joven de 28 años, Alberto Prieto Campillo, domiciliado en Rivas Vaciamadrid, y sus encubridores le han implicado en el crimen por su «enemistad».
El cadáver de Prieto Campillo fue troceado y quemado durante tres días en un bidón de gasolina en una finca de El Pardo. Tras quedar reducido a cenizas, se esparció el polvo. Los agentes hallaron hasta 35 restos biológicos en los alrededores de la casa.
En el marco de las investigaciones, los agentes incautaron en la casa de ‘Paco El Loco’ un arsenal de pistolas y una libreta con anotaciones sobre sus negocios en los que al parecer estaban reflejadas las deudas de sus clientes.
El acusado mantiene que es «ajeno» al asesinato pese a que los investigadores creen que habría recibido 4.000 euros por el encargo.
La Audiencia Provincial de Madrid comenzó ayer el juicio contra el mencionado Gomara López-Camacho, acusado de encubrimiento junto a David Tena Moreno y Alejandra Asunción Sánchez Chover.
Para los tres la acusación particular, encarnada en el abogado Jaime Sanz de Bremond, pide tres años de cárcel.
Para Ceballos Zapata, por el contrario, la pena solicitada es de 25 años de prisión, por un delito de homicidio.
La primera jornada del juicio se limitó a la selección de los once miembros –9 titulares más 2 sustitutos–, que compondrán el Jurado Popular que enjuiciará los hechos.
Hoy tendrá lugar la exposición previa de las partes y la declaración de los cuatro procesados, dos de ellos en libertad.
La selección se prolongó durante más de cuatro horas debido a las recusaciones planteadas.
LOS HECHOS
Los hechos se produjeron en la mañana del 10 de agosto de 2016 en un piso de Rivas cuando se produjo una discusión por un asunto de drogas entre la víctima y su asesino. Ceballos hizo uso de un instrumento punzante y sin dar posibilidad alguna de defensa a Prieto Campillo, supuestamente le quitó la vida.
Tras el crimen, según le acusa el fiscal, Javier Ceballos Zapata contactó con los otros dos procesados para que se deshicieran del cadáver.
A su llegada a la Audiencia madrileña, el abogado de Francisco Gomara-López Camacho reprochó que su cliente esté entre los acusados sin pruebas.
«Esto puede ser una gran historia para una película, pero no hay pruebas. El fiscal y las acusaciones tendrán que acreditar lo que dicen», ha aseverado el letrado, quien sostiene que su patrocinado fue incriminado por el resto de procesados debido a una enemistad.
«Aquí solo hay dimes y diretes y nada más» ha dicho adelantado que solicitará su libre absolución.
La Policía resolvió el crimen siete meses después y detalló la operación en una rueda de prensa.
LA VISIÓN DE LA FISCALÍA
Según la Fiscalía, sobre la 01.00 horas del día 10 de agosto de 2016, Ceballos se encontraba en una vivienda de Rivas Vaciamadrid, junto a la víctima, momento en el que se originó una discusión entre ambos.
En el transcurso del mismo el acusado, con ánimo de acabar con la vida de la otra persona y, «haciendo uso de un instrumento cortante dio muerte a (…), derramándose toda la sangre del cuerpo por el suelo y las paredes de la vivienda, y causándose el acusado Javier Ceballos una herida cortante en la mano izquierda».
Dos horas más tarde se personó en la vivienda David Tena, quien compartía domicilio con Ceballos, pero no pudo acceder porque el otro acusado había puesto las llaves desde dentro de la casa en la cerradura.
Cuando le abrió la puerta Ceballos estaba en calzoncillos y ensangrentado, mientras que el cadáver de A. P. yacía en el suelo de la cocina «boca abajo y arropado con una manta».
Además, las paredes y el suelo de toda la vivienda estaban cubiertas de sangre, «marchándose momentos después al pedírselo Javier Ceballos, dejándolo en la vivienda mientras limpiaba la sangre y se deshacía del cadáver, no poniendo los hechos en conocimiento de la Policía».
Tras limpiar parte de la sangre de la vivienda, Ceballos llamó a Francisco Gomara-López para que acudiera a la vivienda.
Una vez allí y teniendo conocimiento de lo ocurrido procedió junto al otro acusado a limpiarla sangre, «para a continuación trasladar los trozos del cadáver a la finca sita en el Camino Valdecerveras parcela 201 de las Colmenas, El Pardo (Madrid), donde tras rociarlo con gasoil lo prendieron fuego y tamizaron las cenizas, no quedando restos del cadáver».